10 consejos para hablar en público

Sentir ciertos nervios o ansiedad antes de presentar en público es normal y hasta positivo. El problema viene cuando el nivel de estrés nos paraliza, el temido pánico escénico que puede arruinar nuestra presentación. Lo mejor para superarlo es prepararse, prepararse y prepararse. Sigue estos 10 consejos, ganarás seguridad y estarás más cerca del éxito.

También puedes seguir más consejos de cómo presentar en nuestro blog y entradas como ésta.

Aprende de los mejores

Antes de tu presentación, investiga acerca de qué hace que los buenos oradores sean tan buenos. Busca las últimas charlas TED y presta atención a los hábitos y comportamientos de los presentadores y trata de imitarlos.

Conoce bien tu materia

Improvisar no es una buena idea. Aunque seguir la corriente y ser espontáneo es recomendable, confiar en que tu presentación será buena sin una pizca de preparación es algo que ni siquiera los mejores oradores harían. Investiga, conoce profundamente el tema, decide qué dirás y cómo vas a decirlo. Saber de lo que se habla es una de las mejores maneras de eliminar los nervios.

Practica, practica y practica una y otra vez

Una vez que tu presentación esté armada, revísala cuantas veces creas que es necesario. Practica tu discurso frente a un espejo, y luego practica frente a un familiar o amigo. Cada vez que repitas tu presentación te sentirás más cómodo, y la idea de llevarla a cabo frente a una audiencia será menos intimidante.

Conoce a tu público

¿Quiénes son? ¿Qué van a buscar? ¿Qué esperan de ti? ¿Qué puedes ofrecerles? Pensar un discurso no alcanza, hay que pensarlo de acuerdo a un determinado público.

Crea un comienzo impactante

El primer minuto es el que determinará que te escuchen con atención o que simplemente se sienten ahí esperando a que tu intervención termine. Si creas un comienzo impactante te asegurarás de captar su atención.

Prepara un plan B

¿Qué pasa si el ordenador no reconoce la presentación de PowerPoint?”, ¿y si alguien interrumpe constantemente? ¿Qué hago si el proyector no funciona? Intenta anticipar qué podría salir mal y ten listo un plan B, te salvará de más de una situación incómoda.

Emplea recursos visuales como apoyo

Contar con una buena presentación de PowerPoint y proporcionar material a la audiencia ayudará a transmitir los conceptos principales y te quitará un poco de presión, ya que los ojos del público no estarán siempre centrados en ti y tendrás algo en qué basarte si te quedas en blanco.

Recuerda que las diapositivas no deben tener mucho texto, ya que en ese caso nadie escuchará lo que dices. Si te pasas toda la presentación leyendo, transmites falta de confianza y de conocimiento. Utiliza los recursos visuales como un apoyo extra.

Ni mucho ni poco, mide bien tus tiempos

Por lo general, las personas pueden prestar atención a una charla durante aproximadamente 20 minutos. Ese es el tiempo ideal, en el que deberías poder decir todo lo que necesites. Si tienes que superarlo pero tu discurso es fluido el exceso de tiempo no marcará la diferencia, pero si te extiendes y solo aburres a tus oyentes las cosas no saldrán del todo bien.

Incorpora tu opinión personal

Cualquiera puede “copiar y pegar un tema” y repetirlo frente a una audiencia. Lo que marcará la diferencia en tu presentación es lo que tú le puedas aportar desde tu experiencia y conocimientos personales. Intenta incluir, ocasionalmente, algunos pensamientos y opiniones propias, planifícalas pero intenta que parezcan espontáneas.

Habla claro

Las exposiciones monótonas aburren a los oyentes, para evitarlo lo más recomendable es crear discursos con ritmo, divertidos para escuchar pero también para pronunciar. Hablar a una velocidad excesivamente rápida es uno de los delatores más indiscretos del nerviosismo. Intenta hablar de forma pausada y clara, incluso un poco más lento de lo normal.

Tabla de contenidos

Scroll al inicio